André Ferreira
Misericordia: aclarando conceptos
Uno de los obispos españoles con más presencia en las redes sociales y en internet, es el autor de un libro, cuyo título me llamó poderosamente la atención. El libro se intitula “Dios te quiere feliz”.
Evidentemente me llamó la atención, porque la búsqueda de la felicidad ha sido a lo largo de la historia de la Humanidad una de las metas más procuradas. El libro, en cuestión va por la tercera edición. O lo que es lo mismo, la edición que tengo en mis manos de 2018 es la tercera. Bien puede ser que tenga nuevas, lo que vendría a comprobar el interés que la materia suscita.
Uno de los temas tratado por el recién nombrado Obispo de Alicante-Orihuela, en el libro al que nos referimos, es el concepto verdadero de Misericordia. Y es por este motivo, que aquí lo comento, ya que es un tema que en algunos ambientes y circunstancias aparece a veces como que algo confuso. Dice D. José Ignacio Munilla que debemos partir de la etimología, y esta es muy clara “Misere” significa “miseria, necesidad”; “cor” significa “corazón “; “ia” significa “hacia”. Es decir que Misericordia sería “el corazón volcado hacia el mísero. “Así es el amor que Dios nos tiene” dice Mons. Munilla y agrega que “el amor con que Dios nos ama es principalmente un amor de misericordia” y por eso él mismo nos pide que ese amor de misericordia sea nuestra forma de amar.
La Misericordia -continúa enseñando Mons. Munilla- incluye la regeneración. La misericordia no es solo compasión hacia el mísero, sino que implica la gracia que le rescata de su miseria.
Y he aquí un punto muy importante para cualquier actividad o acción de misericordia. Dice el Obispo que “Dios, cuando se vuelca en nosotros, tiene la capacidad no solamente de aliviar nuestro sufrimiento, sino también de sanar el problema de fondo, posibilitando nuestra conversión a una vida nueva. No hay situación que no sea regenerable para la misericordia de Dios”.
Y así llegamos al punto que nos interesa para nuestras actividades de misericordia. Dice el nuevo obispo de Alicante que justicia y misericordia no se contraponen. No se puede tener una caridad sin verdad. No existe caridad sin verdad. “La clave está en que la gracia, la Caridad y la misericordia preceden a la justicia y le dan la luz. No es que Dios nos ame porque somos justos, sino que nos ama aún siendo pecadores: y porque nos ama, tenemos la posibilidad de llegar a ser justos”.
“La santidad no es proporcional a la capacidad de nuestras obras. Hay un milagro de gracia por el que Dios se compromete con nosotros a hacernos santos más allá de esta vida, incluso completando su obra con la purificación posterior a la muerte en el Purgatorio “.
Cuando hacemos algún acto de caridad, alguna actividad u obra de misericordia, debemos tener claro el fundamento de la misma, que no es otro, que el amor de Dios. Eso nos ayudará a nosotros mismos ser mejores. Es un “buen negocio”. No lo haremos por interés propio, pero nos ayudará a hacerlo con mejor intención. Y siendo misericordiosos obtendremos Misericordia. Siempre es bueno aclarar conceptos sin duda.